Kioskos Energeticos, una gran solución al cambio climatico.
Hoy en día el método más comun de distribución de energía eléctrica es mediante cables, colgados o enterrados, lo definiriamos como un elemento físico que es necesario desplegar a través del paraje con el consiguiente costo. Se estima que el kilómetro de línea aérea, con postes y zapatas de hormigón, cuesta en promedio entre $57.000 y $114.000 por kilómetro de línea, algo inasumible por las áreas rurales de gran parte de los países en desarrollo.
Un grupo de estudiantes del Depto. de Ingeniería Eléctrica y Electrónica del Imperial College de Londres desarrollaron un sistema de suministro de energía a base de energia solar y baterias, al cual nombraron Equinoccio, usado para resolver la electrificación rural mundial y el desarrollo de esas zonas, haciendo mejor la vida de las personas y garantizando el suministro de energía constante sin cables.
El proyecto e.quinox, tiene dos bases principales: la generación de energía sostenible mediante potencia solar en un kiosco centralizado y la distribución de ésta a a través de cajas portátiles(baterias) elaboradas con gel a base de plomo ácido de 5A las cuales proporcionan de 25 a 30 horas de iluminación a un sistema de lámparas LED también suministrado por el proyecto.
La batería, cuenta también con conversor a corriente alterna de 230 V, ideal para la conexión de pequeños aparatos eléctricos como radios y teléfonos. El kiosco de energía es como una estación de carga centralizada. El usuario sólo tiene que llevarla y esperar a que se cargue para regresar a casa.
El sistema esta siendo probando en Ruanda, donde cerca del 90% de la población rural no tiene acceso a la electricidad, al hacer una encuesta entre los habitantes, descubrieron que la mayoría de ellos hacían repetidos viajes en busca de queroseno en pequeñas cantidades para sus lámparas, descubriendo que los pobladores rurales utilizaban sus ingresos disponibles para la compra de energía en pequeñas cantidades.
Se espera que este sistema sustituya al queroseno por energía solar, más barata y menos contaminante, apoyado en la costumbre aceptada socialmente de ir periódicamente a un kiosco a adquirir la energía.
Actualmente se usa la segunda generación del modelo de la caja-batería, que ha sido diseñado adoptando conceptos minimalistas para asegurar su facilidad de uso. El kit completo lo forman la batería, circuitos de protección y dos salidas de 12V con un LED de estado; simple y resistente.
En Ruanda 50 familias se han beneficiado del diseño durante más de un año y actualmente hay 200 personas en lista de espera. La versión actual incorpora un conversor de 65W que permite conectar pequeños aparatos eléctricos que se utilizan comúnmente.
Las baterías se alquilarían por un precio muy pequeño, estimulando también la economía local pues las tasas de contratación de los equipos se canalizarían para el mantenimiento del kiosco y para ofrecer un sueldo a la población local contratada para el proyecto. Porque lo más importante es que el “kiosco de la energía” está diseñado para ser una empresa autosostenible. Por esta razon es administrado y mantenido por el personal local, encargado de “cuidar” a los clientes y gestionar el mantenimiento técnico de las infraestructuras.
La inauguración oficial del kiosco tuvo lugar en el mes de septiembre de 2009, con la asistencia de destacados representantes del Distrito de Gakenke, el Ministerio de Infraestructura ruandés y la oficina de Cooperación Técnica Belga. La idea ganó el concurso de la IEEE ‘Change the World’, que premia los proyectos que desarrollan soluciones únicas a problemas del mundo real utilizando la ingeniería, las ciencias y la informática.
Después de este proyecto piloto, que está en la fase de evaluación de los datos recogidos, el Ministerio ruandés de Infraestructuras está actualmente considerando su aplicación en todo el país a partir de 2011, al estar muy interesado en ampliar su programa de electrificación de zonas rurales. Y también en abrir el mercado a empresarios locales para lograr nuevas oportunidades de empleo en las comunidades más remotas.
Un grupo de estudiantes del Depto. de Ingeniería Eléctrica y Electrónica del Imperial College de Londres desarrollaron un sistema de suministro de energía a base de energia solar y baterias, al cual nombraron Equinoccio, usado para resolver la electrificación rural mundial y el desarrollo de esas zonas, haciendo mejor la vida de las personas y garantizando el suministro de energía constante sin cables.
El proyecto e.quinox, tiene dos bases principales: la generación de energía sostenible mediante potencia solar en un kiosco centralizado y la distribución de ésta a a través de cajas portátiles(baterias) elaboradas con gel a base de plomo ácido de 5A las cuales proporcionan de 25 a 30 horas de iluminación a un sistema de lámparas LED también suministrado por el proyecto.
La batería, cuenta también con conversor a corriente alterna de 230 V, ideal para la conexión de pequeños aparatos eléctricos como radios y teléfonos. El kiosco de energía es como una estación de carga centralizada. El usuario sólo tiene que llevarla y esperar a que se cargue para regresar a casa.
El sistema esta siendo probando en Ruanda, donde cerca del 90% de la población rural no tiene acceso a la electricidad, al hacer una encuesta entre los habitantes, descubrieron que la mayoría de ellos hacían repetidos viajes en busca de queroseno en pequeñas cantidades para sus lámparas, descubriendo que los pobladores rurales utilizaban sus ingresos disponibles para la compra de energía en pequeñas cantidades.
Se espera que este sistema sustituya al queroseno por energía solar, más barata y menos contaminante, apoyado en la costumbre aceptada socialmente de ir periódicamente a un kiosco a adquirir la energía.
Actualmente se usa la segunda generación del modelo de la caja-batería, que ha sido diseñado adoptando conceptos minimalistas para asegurar su facilidad de uso. El kit completo lo forman la batería, circuitos de protección y dos salidas de 12V con un LED de estado; simple y resistente.
En Ruanda 50 familias se han beneficiado del diseño durante más de un año y actualmente hay 200 personas en lista de espera. La versión actual incorpora un conversor de 65W que permite conectar pequeños aparatos eléctricos que se utilizan comúnmente.
Las baterías se alquilarían por un precio muy pequeño, estimulando también la economía local pues las tasas de contratación de los equipos se canalizarían para el mantenimiento del kiosco y para ofrecer un sueldo a la población local contratada para el proyecto. Porque lo más importante es que el “kiosco de la energía” está diseñado para ser una empresa autosostenible. Por esta razon es administrado y mantenido por el personal local, encargado de “cuidar” a los clientes y gestionar el mantenimiento técnico de las infraestructuras.
La inauguración oficial del kiosco tuvo lugar en el mes de septiembre de 2009, con la asistencia de destacados representantes del Distrito de Gakenke, el Ministerio de Infraestructura ruandés y la oficina de Cooperación Técnica Belga. La idea ganó el concurso de la IEEE ‘Change the World’, que premia los proyectos que desarrollan soluciones únicas a problemas del mundo real utilizando la ingeniería, las ciencias y la informática.
Después de este proyecto piloto, que está en la fase de evaluación de los datos recogidos, el Ministerio ruandés de Infraestructuras está actualmente considerando su aplicación en todo el país a partir de 2011, al estar muy interesado en ampliar su programa de electrificación de zonas rurales. Y también en abrir el mercado a empresarios locales para lograr nuevas oportunidades de empleo en las comunidades más remotas.
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